Escucha la leyenda completa

Cuenta la leyenda… tan antigua como el tiempo, que cuando el universo apenas estaba naciendo, dos seres de un poder inconmensurable protegían, en una especial armonía, la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, la creación y destrucción de un cosmos formante.

Pero, millones de años de equilibrio se tambalearon cuando la belleza de una de sus creaciones enamoró de especial manera a uno de estos colosales seres, escondiéndolo con celo bajo su manto protector, de la muerte a manos de su hermano titán.

Aquella vida emergente de nuestro verde y azul planeta florecía bajo un maternal cuidado. Fauna y flora nacían y crecían por doquier en La Tierra, poblándose de seres impresionantemente bellos.

Miles de años lo mantuvo oculto hasta que, su coloso hermano, bajo la sospecha de que le escondía algo forcejeo hasta descubrir la verdad de su tesoro oculto.

Al descubrir tamaña mentira y traición, el odio y el coraje desembocó en una batalla sin precedentes en el universo.

En esta cruenta batalla resultaron malheridos aquellos colosales hermanos, emanando de sus entrañas laceradas unas criaturas muy especiales, unos seres alados, que se unieron a la defensa de sus padres en un épico enfrentamiento.

En uno de esos ataques, golpearon con fuerza nuestro planeta devastando casi al completo la vida en la Tierra, en especial aquellos dominantes saurios.

Viendo tamaña destrucción dio por satisfecha la venganza. Mirando a su hermano moribundo con vehemencia dio una última orden a sus hordas aladas: “Esconderos en este planeta, en cada rincón, tierra o piedra. Dentro de 66 millones de vueltas a la estrella que calienta este planeta, despertad. Sed jueces y verdugos de toda criatura. Llenadlos de oscuridad. Destruid. Sois mi sangre, mis hijos, mis entrañas”. Y de ellas, en sus últimos estertores de la muerte, emanaron millones de seres escondiéndose en lo profundo de nuestro planeta.

Al ver tamaño ultraje, el último titán, en un grito desesperado, introdujo sus poderosas manos en su interior, aferró con fuerza descomunal sus luminosas entrañas y extrajo sus apretados puños. Al ver aquella luz, los seres alados, fruto de sus heridas, se arremolinaron a su alrededor. Uno de ellos se acercó y el titán, ofreciéndole una de sus manos extendidas le dijo en sus últimos momentos: “Estos símbolos protegerá la Tierra de mi hermano y de sus infectos hijos, dejando que el libre albedrío decida su destino de este planeta. Confío en que vuestra luz muestre el camino” Mostrándole el otro puño le suplicó “proteged de la oscuridad este planeta. De él nacerá una criatura especialmente única. Protegerlo a él también porque será EL ELEGIDO a entenderlo todo.” Abriendo su apretada mano le mostró su interior “De este material están hechos mis hijos, mi luz y mi ser. El elegido podrá forjar el arma que defiende lo que yo no pude dando mi vida. Ayudadle. Ayudadlos. Protegedlos” Y con sus últimas palabras, de su interior salieron millones de luminosos seres alados cubriendo la tierra a su alrededor.

Miles de años después, floreció de nuevo nuestro planeta con fuerza. Hermosa y vital. Y el ser humano lo pobló con civilizaciones esplendorosas.

Una y otra vez las fuerzas se enfrentaban en un eterno equilibrio de luz y oscuridad, vida y muerte, tal como la leyenda cuenta que enfrentaban sus padres.

Pero, ahora, el equilibrio vuelve a estar en peligro. Las fuerzas de destrucción vuelven con fuerza. Una y otra vez.

Guerras, destrucción, muerte y oscuridad se aferran en nuestro planeta peligrando nuestra humanidad. Hasta ahora pudieron defenderla. Pero las fuerzas de la luz merman en cada enfrentamiento y la oscuridad se fortalece cada vez más.

Ante esta fatal adversidad el líder pidió a toda criatura alada buscad al elegido. No podemos esperar más. Nuestras fuerzas están agotadas y mermadas en número. Esta batalla sin duda será la última. No podremos aguantar una embestida más sin él. Debemos proteger este planeta de la oscuridad y destrucción total. Sin él, La Tierra será historia”.

Ahora, la historia puede cambiar:

¿Serás tú el elegido?

Civilizaciones a través del tiempo y del cosmos han llamado a estos seres de muchas maneras.

Nosotros los conocemos como Ángeles y Demonios. Y esta es la última batalla.

¿Tienes lo que hay que tener?